Cuando su despertador sonaba, ella no lo escuchaba. Pero yo sí. Y tenia que subir la escalera a apagarsélo. Hoy, tantos años después, volvió a pasar lo mismo. Cuando él no podía dormir, me exprimía naranjas. Hoy le compré un exprimidor.Otra vez ella, otra vez él.
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on Friday, June 06, 2008 at 7:41 AM.